El caso es que es un perrillo esquelético, similar al Bodeguero Andaluz, pero marrón entero salvo por algunas excepciones blancas. Lleva "calcetines", tiene el cuello blanco, la parte inferior del cuerpo también, el hocico negro y la punta del rabo(el no-sexual) también. Lo último que tiene blanco son los ojos y ahí está la gracia. Hace unos añitos le diagnosticó la veterinaria unas cataratas por causas ajenas a la diabetes, lo que nos quitó un peso de encima a la familia. La opción de operar no nos gustó porque nos dijeron que se orientaría perfectamente gracias a olfato y oído. JA, AMIGOS, JA.
En estas entradas os contaré las grandes hazañas de mi perro.
Y es que Pinky es un chucho muy especial, pero supongo que ya os iré contando sobre la marcha, que no quiero exprimirlo todo el primer día(volvemos a Sasha Grey). Sin ir más lejos os presento la primera Crónica de un Perro Retrasado(O CPR, como me referiré a ellas a partir de ahora).
La educación de Pinky
Resulta que cuando abultaba como un miembro humano erecto, lo más lógico era enseñarle que se hace pis y caca en la calle. El tema del pis lo entendió bastante bien, se le premiaba con Gusanitos cuando lo hacía bien y al poco aprendió. La caca ya le costó un poco más. Por desgracia no supimos educarle correctamente y en lugar de premiar lo correcto, acabamos sancionando lo incorrecto. Con todo esto, cada vez que hacía caca en casa le reñíamos y le obligábamos a echarse en un rincón con su manta, la cual aún conserva.
Un buen día, mientras veíamos la tele en familia en el salón(en efecto, aún pasaba más de 10 minutos diarios con mis padres) el perrito puso posición arqueada y comenzó a dejarnos un regalito delante de nuestras narices. Digo comenzó porque no terminó. Tan pronto como realizaba el bochornoso proceso, comenzó a chillar y correr por el salón con el bizcochito colgando aún por su cuerpo. Al parecer tenía ganas y le dio tanto miedo la bronca que con seguridad le caería después que no pudo evitar salir espantado. Eso sí, fue perdiendo material según corría manteniendo la posición arqueada tan característica de un perro en ese estado.
Afortunadamente ya ha aprendido dónde hay que hacer cada cosa y si está enfermo y no se puede aguantar, no se aterroriza ante el hecho de tener que hacer sus cosas en casa.
Que cerdo eres... A partir de ahora vas a ir a pedirle mimos a Sasha Grey, que yo ya se los pediré a Christian Grey, ¡so guarro!
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